Entradas populares

martes, 4 de enero de 2011

Génesis

En el comienzo de los comienzos no habia nada. No había más que una sombra, más negra que una noche sin luna. Más silenciosa que una tumba, más vacía que el fondo del desierto... de repente ese vacío anido un huevecito pequeño, de energía y materia, este suceso dio lugar al  nacimiento del espacio y del tiempo. Este universo bebé se dilató a toda velocidad. Se infló como una calabaza gigante. Entonces la superfície del universo era lisa y uniforme. Luego aparecieron las masas, simples nubes de gas, que dieron lugar a las galaxias. En estas galaxias nacieron las estrellas, calderas ardientes donde se formaron todos los átomos de nuestro mundo. Esos minúsculos granos de materia se extendiero como polvo al viento, sembrando el espacio. Los átomos que harían las nubes, las montañas... incluso a nosotros mismos.

            En un rincón del universo, en una nube blanca, se formo la Vía Láctea, como una cuna de cientos de billones de estrellas. En un lugar lejano de esta galaxia, nació el planeta Tierra. Creció recogiendo las migajas dejadas de una nueva estrella, el Sol. La joven Tierra estaba ardiendo, como un plato recién sacado del horno. En estos comienzos la Tierra no era la Tierra sino una bola de fuego. Era el Planeta Fuego.

            Para este momento las rocas en fusión se están enfriando constantemente, y ,el vapor del cielo se vierte en un diluvio sobre la Tierra, creando los mares. El Planeta Fuega se conviertió en el Planeta Mar.
Pero el agua de este diluvio, que llenó todos los océanos e hizo, correr los ríos por la tierra todavía humeante
no era un cuerpo como los otros. Era un caos sin forma, capaz de adoptar todas las formas. Gracias a este elixir, la materia a conseguido un camino de aventuras sobre la tierra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario